Recibe el nombre de Jerusalén Este la parte oriental de la ciudad de Jerusalén capturada por Jordania en la guerra árabe-israelí de 1948 y que permaneció bajo administración árabe hasta 1967.
Tras la Guerra de los Seis Días, fue conquistada por Israel y anexionada al resto del municipio jerosolimitano en virtud de la Ley de Jerusalén (1980). Incluye la Ciudad Vieja y algunos de los principales lugares religiosos (Santo Sepulcro, Explanada de las Mezquitas/Monte del Templo y Muro Occidental).
Jerusalén Este puede referirse en sentido amplio a toda el área que permaneció bajo administración jordana entre 1948 y 1967, y que fue luego incorporado al municipio de Jerusalén (unos 70 km²), o únicamente al municipio jordano anterior a 1967, cubriendo en ese caso sólo 6,4 km².
El Monte Scopus, que era un enclave israelí dentro del territorio jordano antes de 1967 y donde se situó la Universidad Hebrea, no se considera parte de Jerusalén Este.
Durante el período en que permaneció bajo administración jordana, Jerusalén Este perdió gran parte de su importancia: al dejar de ser capital y perder su conexión con la costa, disminuyó su papel como centro comercial, e incluso vio disminuir su población, pues buena parte de los comercios y la administración se trasladaron a Ammán.
Sin embargo, mantuvo su importancia religiosa, así como su papel de centro regional.
Tras la conquista israelí, la OLP y luego la Autoridad Nacional Palestina han reivindicado Jerusalén Este como capital del futuro Estado palestino.
La declaración de principios palestino-israelíes, firmada en Oslo el 13 de septiembre de 1993, aplazó la decisión acerca del estatus permanente de Jerusalén para las etapas finales de las negociaciones entre Israel y los palestinos.
La posibilidad de la capitalidad palestina en la zona oriental de la ciudad fue considerada por Israel por primera vez en Camp David (2000) y en la Cumbre de Taba (2001), aunque estas negociaciones terminaron sin acuerdo y tal posibilidad no ha vuelto a ser considerada por Israel desde entonces.