Tomando en cuenta la ciudad y diversos atributos de su historia, «la ciudad santa en el mundo» tiene un importante potencial para atraer a visitantes de diversas regiones del mundo.

Sin embargo, debido a la inestabilidad política local, este potencial se ha visto afectado en las últimas décadas por los reiterados conflictos y las diversas formas de ataque al azar.

Después de la Segunda Intifada que estalló en septiembre de 2000 la ocupación en los hoteles de Jerusalén descendió del 61% en 2000 a 23% en 2002.

Podemos ver que antes de esto, la capacidad de la habitación a partir de 1999 a 2000 había aumentado en un 13% en respuesta al aumento de la ocupación, creando así una mayor diferencia entre la oferta y la demanda de 2001 a 2003.

La segunda Intifada fue mas suave, por lo que la ocupación se recuperó gradualmente, a pesar de una desaceleración en 2006 causada por la Segunda Guerra del Líbano.

En 2006 la oferta se mantuvo estable (no hay nuevas habitaciones en el mercado) y el crecimiento de la demanda se redujo de 44% en 2005 a 6% en 2006, antes de recuperarse hasta el 16% en 2007.

El aumento de la demanda de alojamiento se ha reforzado desde el año 2004 las tarifas promedio. Esto ha llevado al mercado y hoteles de Jerusalén a demostrar su potencial el haber experimentado un crecimiento de dos dígitos en los últimos tres años.