El año 2000 registró un pico en el número de turistas en Israel y Jerusalén. Durante ese año el número de pernoctaciones en hoteles de Jerusalén fue de 3.435.200, de las cuales los turistas extranjeros representaron el 85 por ciento.
Sin embargo, en 2001, tras el estallido de la segunda intifada en septiembre de 2000, el número de turistas extranjeros que visitan Jerusalén cayó bruscamente.
El turismo interno no se vio afectado, sin embargo. A partir de 2003, el número de turistas extranjeros empezaron a subir nuevamente y, con ella, el número de estancias en Jerusalén.
En 2007, el número de turistas extranjeros en Jerusalén llegó a su punto máximo, y el número de estancias en Jerusalén superó en 2000 su número: 3,521,200 (donde los turistas extranjeros, representaron el 82 por ciento).
El número de pernoctaciones en hoteles en 2007 fue casi el triple del número en 2002, llegando a 1,256,900 (de los cuales los turistas extranjeros representaban sólo la mitad).