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B’Tselem, un grupo israelí por los derechos humanos, ha visto los planes que el ejército israelí está preparando para cerrar los accesos existentes a la entrada del pueblo, la única vía para entrar y salir de Nilin.

El lugar está actualmente vigilado por un puesto de control del ejército, en el mismo sitio donde un soldado israelí le disparó un tiro en el pie a un palestino que se encontraba allí atado, un momento que Salam Amira, una colegiala palestina, pudo capturar con su cámara de video.

“ Israel dice que quiere impedir que los habitantes de Nilin utilicen la carretera para poder ‘hacerla segura’”, dice Sarit Michaeli de B’Tselem. “En la práctica, eso significa que la carretera se reservará para que los colonos lleguen a los asentamientos, incluso hasta los que se encuentran en lo más profundo de Cisjordania, en la parte más alejada de Nilin. La carretera será sólo para judíos”.

En lugar del puesto de control, Israel propone que Nilin se convierta en un enclave conectado, a través de un túnel, con otra carretera que lleve hacia los pueblos palestinos de la zona. Sus vecinos se temen que, si llega ese momento, sus posibilidades de ir y venir habrán quedado enteramente en manos de la voluntad del ejército israelí.

Otras comunidades de Cisjordania han sufrido en el pasado destinos similares. Qalqilya, hogar de 50.000 palestinos, fue concienzudamente rodeada hace pocos años por el muro.

Sus muchos campesinos, que han pasado a depender del ejército para que les deje pasar hasta sus tierras por la puerta habilitada para eso, se quejan amargamente de las restricciones que hacen que sea imposible vivir con normalidad. Dicen que a menudo los soldados ni aparecen o si lo hacen es para abrir la puerta solamente unos cuantos minutos al día.

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